El proceso

La almazara está dotada de diferentes espacios principales en los cuales se desarrolla cada parte del proceso que permitirá llevar el mejor aceite de oliva virgen extra desde el olivo a su mesa.

Selección, limpieza y pesado

El fruto recién recolectado se lleva a la almazara donde se somete a un proceso de selección y limpieza de todas las impurezas que puedan alterar la calidad del aceite. Eliminadas estas impurezas, las aceitunas están preparadas para la molienda o molturación.

La molienda y el batido

La molturación es el proceso a través del cual la aceituna se tritura para poder obtener el aceite. Es primordial que este proceso se lleve a cabo el mismo día en que se han recolectado para que la calidad del AOVE sea la deseada.

Para molturar, se emplea un potente molino de acero inoxidable que romperá la estructura de la aceituna separando las células de la pulpa que contienen su jugo. Se obtendrá una pasta que posteriormente se pasa a la batidora. Este proceso sirve para extraer el aceite de las células de la aceituna y debe realizarse a baja temperatura, no superior a los 27 ºC para conservar sus propiedades intactas.

El Centrifugado

Tras el batido, pasamos a la fase del centrifugado para separar el aceite de la pasta, mediante la fuerza centrífuga. De esta manera, obtenemos por un lado la parte líquida (aceite) y la sólida (alpeorujo): piel de aceituna, hueso y agua.

Decantación

Extraído el aceite, se envía a unos decantadores para que de forma natural se eliminen la mayor cantidad de impurezas y sólidos, lo cual permitirá que se conserve mejor. Posteriormente, el aceite es almacenado en nuestra bodega climatizada, a la espera de ser envasado.